Freedom *

- Prefiero mis pájaros a vuestras jaulas .  

Ella comenzó a girar. Giraba y sonreía, giraba y sonreía y el fondo de la blanca arena y azul del mar parecían mucho mas bonitos con su risa de fondo. Me miró como solo ella sabía hacerlo y me dijo ' eh venga, corramos hasta la orilla . ' En ese momento la seguí, cogido de su mano como dos niños sin preocupaciones, ninguna preocupación mas que la de querernos.
Comenzó a salpicarme agua, la agarre por la cintura y ella intentó huir de mis brazos insinuando que no la soltara jamás. Justo ahí me quede pasmado frente su cara.
Pensé en decirle que su risa era mi música favorita, que sus ojos me hacían creer que hay algo fuera de este mundo, que su pelo era lo que yo quería estar acariciando el resto de mis días y que sus labios eran mi mejor consuelo. Pero... Intenté resumirlo como sólo una persona enamorada sabría hacerlo : ¿Sabes? Eres preciosa .  

Let her go.

Los sueños llegan despacio y se van tan rápido .

El verdadero valor .

Hay veces que la vida te da nuevas oportunidades, te da opción de recuperar viejas sensaciones que un día perdiste, o de vivir aquellos sentimientos que tanto anhelaste y no pudiste conseguir.
Lo mismo pasa con las personas. La vida, en muchas ocasiones te brinda la oportunidad de contar con nuevas personas, te da opción de recuperar a aquellas personas que un día perdiste, o de vivir y disfrutar con personas que el destino quería que estuviesen en tú vida.
A día de hoy puedo decir que doy gracias, y no por las cosas materiales que pueda tener, si no por las personas tan maravillosas que tengo a mi lado.
En mi opinión, el valor de la amistad no se mide en años, si no en momentos.
Y normalmente esos momentos no son los de euforia, porque en esos casos puedes contar con cualquier persona. Comprenderás quienes son tus verdaderos amigos en los momentos que caigas, que no sonrías, que necesitas que alguien te escuche, te comprenda y sobretodo te apoye.
Y que más da si los tienes en tu vida de siempre o de hace dos días, esas personas son las que se merecen tus mejores momentos y tus mejores sonrisas, a causa de que son ellos/as los que hacen de tu vida algo mejor, le dan color, lealtad y sinceridad.
Por todo ello gracias, por escuchar y entender, por aconsejar lo mejor para mí, por darme buenos momentos y, sobretodo, por estar en los malos que al fin y al cabo, es lo que hace que esas personas ocupen cada vez un espacio más y más grande en el corazón.

Una para todas, todas para una. 

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Todo tiene un final, pensándolo bien todo empieza porque es de suponer que esto mismo acabará.
Hay finales amargos, finales pactados, finales de perdidas y de ganancias, miles y miles de finales los cuales solo tienen una cosa en común y es que, después de este, algo nuevo viene. 
Siempre es difícil decir adiós a algo que estaba adherido a ti, a tu rutina, a lo que forma parte de tu vida y que por más que intentas será imposible de olvidar.
Pero en la vida hay millones de puertas, muchas que te dan la oportunidad de abrirse solas, y otras que tienes que encontrar la llave que la abre. 
Siempre que ocurre un final, sea cual sea, tienes que buscar esa puerta para abrirla, traspasarla, cerrarla y nunca más volverla a abrir. 
Porque un final es eso, algo que se queda en tu corazón por siempre. 
Cuando esto ocurra asegúrate de dos cosas: Una, que nunca olvides que está ahí, y dos, que nunca intentes darle un principio a ese final. 

Lo bien hecho, bien parece.*

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No todo es tan distinto a la primera mota de agua que calló en la tierra.
Siempre todo es un comienzo para cualquier persona, puesto que no siempre seguimos el mismo transcurso que la vida nos ofrece.
Las personas tendemos a complicarnos y a intentar hacer de nuestra vida la perfección, siempre y cuando sabiendo que no podemos tener controlado cada movimiento, cada sentimiento o cada pensamiento.
¿Qué es lo que lo que está bien, que es lo que está mal?
Hay gente que realiza sus actos siempre con la condición de tener asegurado que esto es lo correcto y se olvidan de lo que de verdad sienten.
¿Y su felicidad? 
Donde queda el hacer lo que quieres, lo que de verdad te mueve, lo que te impulsa a decir "joder, que bien estoy."
Para ello sabrás que hay que romper barreras, saltarte normas y empezar a apuntar más alto de lo que quizá llegues a alcanzar.
¿Y la recompensa? 
Piensa en una plenitud, en armonía, en bienestar. En que si, quizá tengas que afrontar muchos más problemas al hacer lo que tu quieres. Pero ¿De verdad no vale la pena?

"No nacemos para ser esclavos de la razón, si no libres en sentimientos."

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... La grandeza se alcanza, no cuando todo va bien, sino cuando la vida te pone a prueba, cuando tienes un gran tropiezo, cuando te decepcionan, cuando la tristeza te invade. Porque solamente estando en lo más profundo del valle, puede saberse lo magnífico que es estar en la cima de una montaña.

La grandeza se mide a la par que la fuerza.